viernes, 18 de agosto de 2023

¡SÍ, YA LLEGÓ!



¡Sí, ya llegó! aunque no lo vi por miedo a quedar imaginando solo una vez más.

¡Sí, ya llegó! aunque no lo vi por esperar a que fuera perfecto desde su construcción.

¡Sí, ya llegó! aunque no lo vi luego de la primera crisis, no entendía como nos ayudó a  crecer.

¡Sí, ya llegó! aunque no lo vi por estar centrado en el ideal y no en lo real.

¡Sí, ya llegó! aunque no lo vi por conservar el orgullo ante un posible fracaso.

¡Sí, ya llegó! aunque no lo vi a pesar de ser mis mañanas, tardes y noches; vigilias y sueños. 

¡Sí, ya llegó! aunque no lo vi por imaginar ser traicionado un día y sólo yo traicionaba lo que sentía.

¡Sí, ya llegó! aunque no lo vi por querer revivir el inicio, es tan corto el enamoramiento y tan largo el para toda la vida.

¡Sí, ya llegó! aunque no lo vi por fijar la mirada en la meta y no disfrutar el camino.

¡Sí, ya llegó! aunque no lo vi por querer ser perfecto me fui a mejorar y no a vivir.

¡Sí, ya llegó! aunque no lo vi a pesar de estar perdido en y fundido en tu piel.

¡Sí, ya llegó! aunque no lo vi porque no hay peor ciego que el que no quiere ver. 

viernes, 15 de mayo de 2020

No fui campeón



¡Grande campeón! Exclamaban mis compañeros de colegio al enterarse de alguna experiencia sexual consumada por otro.

Crecí sin saber jugar, pegándole a la pelota con el pie equivocado, usando las palabras equivocadas. Mis actitudes no eran de campeón, no fanfarroneaba, no peinaba mí pelo hacia atrás, ni ignoraba a las mujeres. No fui campeón, era el amigo eterno y perdedor.

No fui campeón con aquella chica del bus. No supe hacer la finta, ella me contó los problemas con su novio y yo sólo escuché. Cuándo quiso besarme la evité, estaba emocionalmente vulnerable y no lo creí justo. No fui campeón, desperdicié el gol al frente del arco, pefrerí ser correcto.

Nunca entendí el fuera de juego, veía la oportunidad de formar amistad y me posicionaba dónde creía correcto, cerca del área observando la soledad del portero. No fui campeón, me convertía en amigo y confidente, estaba fuera de juego.

No podía dominar el balón, se caía al suelo luego de unos golpes, no más de dos o tres botes. No entendía cómo acercarme para conquistar, me aterraba hablar, no sabía mover la situación, quería hablar de sentimientos y se fue con un conocido. No fui campeón, la pelota se la llevó otro y disfrutó del elogio.

No entendía las jugadas ni los movimientos de pies, era demasiado directo dijo el profesor. No sabía engañar, ni ocultar, ni ilusionar falsamente para obtener un gol. Iba con la verdad y era fiel , no quería hacer sufrir, ni lesionarme. No fui campeón, otros entendían las jugadas, engañaban, hacían sufrir y enamoraban al público.

Tuve la oportunidad de fichar en un gran equipo, pero era demasiado joven e ingenuo. Esa mujer se acercó y me ofreció goles y fama, ser un campeón con nuevos zapatos y olor a camarín, vender mi alma y traicionar al equipo de mi abuelo. Hoy entiendo que era un abuso y las condiciones falsas. No fui campeón, fui engañado y abusado.

No fui campeón y hoy me duele pese a que el fútbol no me gusta y estuve en lo correcto. 

jueves, 20 de julio de 2017

Odio

Quiero dejar que el odio me invada por todo mi ser como una bestia negra que se esparce sobre las almas poco afortunadas. Quiero sentir esa energía poderosa que se alberga en los seres poco virtuosos, pues para existir la perfección debe existir la imperfección. Nada es por si solo, todo es con respecto a otro. El mismo odio que siento se desprende como un antisentimiento del amor, el amor de los seres de luz que yo no puedo percibir, por ello sólo quiero odio en mi mente para ser carcomido en mis propios, sucios y poco funcionales sentimientos.

lunes, 23 de mayo de 2016

Represión


Otra vez me encuentro acá, tratando de desenmarañar las ideas que fluyen sin parar desde mi mundo interior hacia la realidad externa. Siento que he perdido mil batallas, y me queda perder mil más. Me preparé para ser general, pero me acomoda ser soldado o yihadista suicida. Hoy ya no hay fuerzas, hoy ya no hay motivo. Ya no tengo tiempo para estar con mi yo interior, del cual intentaba escapar hace unos años atrás, a veces pensaba que pensaba mucho, hoy creo que tengo muy poco tiempo para pensar y realizar cosas "improductivas". Sólo me queda reprimir las miles de aventuras no existentes que jamás se publicaran en este lugar, sólo cerrar los ojos y mañana trabajar.    

jueves, 2 de julio de 2015

Monotonia



Hoy no tengo las fuerzas para hacer algo útil. Últimamente me siento bloqueado de mente, los pensamientos no se deslizan en ningún sentido. He intentando poder volver a escribir y debo confesar que he llenado mi blog de posibles artículos basura, tal vez tan basura como este. La verdad este escrito no tiene ningún sentido más que decir aquí estoy pensando en lo mismo del principio, ¿Y si no llega nunca?. 

domingo, 16 de noviembre de 2014

Esperar


Me carga esperar, y en este momento tengo tantas cosas para esperar

lunes, 7 de julio de 2014

Siento la no tan extraña sensación de estarme pudriendo por dentro, una especie de septicemia. Antes,hace años atrás pensé, estableciendo casi como verdad indudable, en el fin de esta incomodidad constante, creí firmemente en la desaparición de estos impulsos a la llegada del amor y la formación de mi familia, pero al parecer no ha sido así.

Ha vuelto el insomnio y la incomodidad, las preguntas fatalistas, las tentativas de ver a la vida como un sin sentido. Me siento apresado, hinchado, enfermo, aunque ¿de qué?.

Debo confesar que cada cierto tiempo suelo volver a leer este lugar, este rincón oculto de mi vida externa, acá donde no me importa hablar sin tapujos sobre las cosas prohibidas en mi mundo actual. Esta noche he vuelto a releer aquellas etiquetas de verano y he sentido algo de alivio a mi enfermedad actual.

Si despierto en la noche, es por esto, es mi adicción, es mi droga favorita, aunque sea barata y poco pura, no tenga los versos de Neruda ni la prosa de los rusos ni de Lemebel. Si me sigo conteniendo moriré envenenado en mi propio pensamiento, asesinado por mi mismo, ¿será eso un suicidio?. En el fondo el remedio o el problema de todo esto, es mi imperiosa necesidad de escribir, de contar que gran parte del  mundo es una mierda, pero existen espacios bellos sobreviviendo fuera de facebook y las cámaras de los celulares.

Sólo debo hacerlo, debo volver a revivir con más frecuencia este rincón secreto, donde desatar mis odios y mis pocos amores. Es eso o ¿prefieren verme morir por septicemia?