viernes, 14 de diciembre de 2012

Francamente estoy aburrido y atado de manos, pero no puedo lograr descifrar nada, es como una especie de maldición, no sé porque estoy aburrido ni mucho menos conocer aquello que me ata las manos. 
Durante años culpe a cuanta persona se me cruzó por delante del parabrisas de mi vida, a veces esquivándolos y muchas otras o la mayoría arrollándolas y envolviendo sus mentes con repudio y desprecio, dando paso necesario al inevitable alejamiento. Pero hoy más que nunca me doy cuenta que no eran los otros, no era el mundo el errado, yo no portaba un mensaje de paz y esperanza y no tenía una misión divina en mi vida para convertirme en el profeta incomprendido, simplemente soy yo, es mi persona quien no se agrada de las compañías, de sentir y escuchar falsedades envueltas en las carcajadas de la estupidez. 
Hay días de esos cada vez más recurrentes en los cuales simplemente tiro frases como jugando a la ruleta rusa, esperando siempre jalar el gatillo desafortunado y provocar la detonación, simplemente buscar el conflicto. No es por peleonero o algo así, es para sentirse vivo, para trabajar la mente. En fin, la conclusión al asunto es que soy cada día soy más ogro y debo reconocer que me faltaron las agallas para simplemente ser asceta.