jueves, 30 de octubre de 2008

Fértil


Nunca sé el ¿por qué?, pero siempre que me propongo poder describir todo lo que siento en estos momentos tiendo a bloquearme. Puede ser, o tal vez no, que el miedo se interponga en mi camino, así como lo hizo hace más de un año. Miedo a reconocerme débil ante ti, miedo a decir que desde que te vi y me besaste tuviste mi mundo a tus pies.

Es más difícil de lo que pensaba escribir o describir todo lo que pasa por mi cabeza y corazón. Sólo puedo decir que tu piel morena, a color de tierra fértil, es el mejor abono de mis sueños futuros, que en tu vientre quiero hechar mis raíces y en tus pechos acoger mi almohada, tu cabeza de ideas locas serán la acrópolis de mis alabanzas, tu sonrisa la estrella de Belén que busque toda la vida y tu cadera la fuente del mana que me mantendrá joven.

En mis ratos de soledad puedo sentir mucho más que esto, cuando creo que me faltas, cuando pienso que me muero.

Puede ser que esto no duré, como nosotros queremos, para siempre, pues lo eterno es demasiado para un simple mortal, pero en ese caso las huellas en mi cuerpo si me acompañaran toda mi vida. Eres tu la que me enseñaste a preocuparme y a dormir acompañado, a saber que el amor es algo más que una frase cliché de las teleseries y que una persona puede ser muchas sin cambiar la esencia.

Por hoy sólo queda la certeza de prender velas para que cada noche vuelvas a mis sueños y me acurruques en tu pecho de mujer y de madre.


miércoles, 8 de octubre de 2008

Contar


Al principio de este noble blog, hace ya más de un año, escribí un articulo algo poético que hablaba sobre mi incapacidad de interpretar. Han pasado bastantes sucesos y meses desde aquellos inicios, pero sin embargo y luego de una terapia con loquero, digo sabiamente que aún no sé interpretar. Pensé que sería un juego, una estrategia, una ayuda mutua entre dos varas de vida algo chuecas de tantos pasados machacados, ya se sabe juntarse un rato a friccionarse para ver si eso endereza u olvida tanto malo rato.Mi interpretación falló nuevamente, tal vez tampoco sepa contar, porque no sé en que punto de enderezarme tu a mi y yo a ti nos unimos en uno solo.

Nunca he sido bueno con las ecuaciones, para mi X era una señora simpática con muchos secretos que a veces se juntaba con Y para ir de compra. Detrás de un cálculo mal hecho, en realidad uno de tantos en el camino desde esa noche de ladrón, apareció una historia que jamás imaginé contar. Debe ser verdad, es mejor no planear nada, soy mal estratega militar y peor en calculo, y definitivemente no sé contar, excepto por una cosa como decía Benedetti, lo único que puedo contar es el contar con tu apoyo.