El payaso

El publico aplaudía sin cesar y reía a carcajadas, él seguía realizando su show de cada día sin salirse de la rutina y con la sonrisa dibujada con rush sobre su rostro con años de experiencia y de cansancio de escribir sonrisas en otras almas. Corrió por la pista al son de la fanfarria dictada por la orquesta, el contramaestre miraba tras bambalinas, tomó un globo de esos largos y armó un perro para dárselo a la niña que sonreía desde la primera banca, chiquitita e inocente como se veía penetro con sus ojos el alma del payaso cansado y le hizo recordar el porque de su trabajo. Enérgico se dio una vuelta de carnero, le pego unas cachetadas a Poplín el payaso zapallo y anduvo en la mini bicicleta. Fue donde la joven de la banca que tenía sonrisa de niña y le dio un corazón de globito rosado, ella sonrió y se lo mostró a su novio que se encontraba al lado. El payaso dio un último salto he hizo un revolver con globitos, y se suicido con harina al reventar los globos, todo el publico ovaciono la gran rutina que olvidaron un rato después con las acrobacias de los trapesistas y el hombre elástico. El payaso se fue a su camarín, se retiro el maquillaje, miró sus arrugas y sus ojos tristes, prendió un cigarro y lo fumo como si fuese el último, bueno de hecho era el último que le quedaba en la cajetilla, se observo un rato detenidamente e intento hacerse reír con su propia rutina, pero el ya era inmune a su propio veneno, entonces pesco un globo hizo un perrito como fiel compañero en su soledad y armó un revolver con otro para guardarlo en el bolsillo por si le daban ganas aquella noche de terminar con el espectáculo de una vez por todas.

Proyectil al azar

Todo sucedió muy rápido, no existió ninguna señal previa, ni si quiera una amenaza, ni el silbido del proyectil acercándose. De un momento a otro ya no estaba de pie, de la sonrisa al rostro pálido que suelen poner los muertos, el impacto no le permitió expresar una última palabra. Yo estaba ahí, a menos de un metro y tomado de su brazo, pero era claro que aquello no iba para mí, aunque fuera algo loco que se dio en el momento y casi lanzado al azar, fue demasiado notorio que iba hacia ella. Cayó a mis pies y el terror se apoderó de mi, jamás pensé verla caer, no quería ser yo testigo de lo que el destino le tenía preparado, pero yo tampoco conocía mi camino. Se derrumbó y yo con ella, no pude sostenerme en pie y me sentí culpable por aquello, debería haber sido quien la salvara del abismo en el cual penetro, sin embargo mis pensamientos se volvieron oscuros y caí presa de mis temores sin poder reaccionar.

Hoy la vi caminar, yo con ella. Intento esbozar una sonrisa por la primavera, algo triste y sin flores le salió, yo deseé levantarla y darle esperanzas, pero mi lenguaje verdadero es idioma mudo para ella.

Hormigas

Hoy me levante a una hora indeterminada. Abrí las cortinas de mi dormitorio para observar el nuevo día que se mostraba ante mi, en realidad podría haber sido perfectamente la nueva tarde o la nueva noche. Observe abajo, las hormigas moviéndose hacia distintas partes, procurando no chocar las unas con las otras, podríamos deducir por lo tanto un día normal, con marchas de hormigas obreras, protestas de hormigas rojas, las hormigas verdes guardando el orden, los hormigones comiendo aquello que no han trabajado, y la infaltable hormiga reina que rara vez se le ve debido a su importante tarea de generar más hormigas que marchen, protesten, guarden el orden y coman, a claro y algún día especial otra hormiga reina.

Me bañe y procedí a ponerme mi casco, por seguridad ante cualquier evento, no vaya a ser que Dios se le ocurra caminar por aquí cerca y me aplaste. Tiré los dados y me preparé a ver mi destino, número, número, número 7 ufff, abrí el sobre número 7 y decía "hoy su rol será descansar". Me saqué el casco y me tire en la cama a descansar, afuera podía llover y no es gracioso para una hormiga como yo morir por una gota de agua, no señor. Luego de un rato ya estaba durmiendo, con la televisión prendida mostrando el noticiero de hormigas con hormigas protestando, marchando, guardando el orden, comiendo y reproduciendo más hormigas, a y también hormigas blancas rezando para que Dios no camine por aquí hoy día, y lo haga en el hormiguero vecino que esta lleno de hormigas infieles y poco civilizadas. El caso es que soñé con aquel tiempo y lugar lejano, en donde no me sentía hijo de la reina, sino de una hormiga más sencilla, en un lugar que no recuerdo bien donde quedaba, y con la sensación de que siendo más pequeño no fui larva y de que entre hormigas nos unía algo trascendente a la muerte y no era el ideal del trabajo. Eso me pasó hoy, bueno luego salí a ver las protestas y comer algo, y por supuesto rezar para que Dios camine por el hormiguero de al lado, donde están las hormigas infieles y poco civilizadas y mis primos. Sólo espero que mañana me toque el sobre 7, nuevamente, y que pueda quedarme por siempre en el sueño de un lugar que no recuerdo bajo el alero de una hormiga sencilla y sin sentirme que soy sólo una hormiga.

Cuando

Cuando quise seguir hacia adelante sonriendo y me dí cuenta que ya no era el mismo. Cuando me dijeron sonríe y sólo atine a saltar. Cuando desperté, luego de esa pequeña siesta, y la pieza estaba oscura y la casa desolada. Cuando llego la noche y me asustó la oscuridad, pero ahí me quise quedar para que nadie me viera. Cuando regalé mi corazón pensando sin razón en volver a encontrarlo. Cuando reconocí el giro mal dado y no había camino de vuelta.Cuando deseé compañía y la fui a buscar al desierto. Cuando en realidad estaba solo y tenía sed. Cuando ya no pensé en nada y cerré mis ojos y mi mente. Cuando fume y bebí mi frustración. Cuando me levanté con una linea blanca entrando por mi nariz.Cuando todo da vuelta y no deja de girar. Cuando todo cambia y pasa dejando dolores. Cuando no comprendo nada y el tiempo pasa arrollándome. Cuando puse una pistola en mi boca y no jalé el gatillo.Cuando no hable. Cuando no hablo. Cuando lloré. Cuando odié. Cuando decidí morir. Cuando me muero. Cuando me muera. Cuando me muera. Cuando me muera. Cuando no soy yo, es el destino. Cuando yo?. Cuando Dios?.

Reconocer

Hoy me debí reconocer frente al espejo

¿cuantas heridas sangro y no escucho?

Ver las imágenes del pasado sin color alguno

queriendo pintarlas con posibles recuerdos futuros

arcoíris a nunca nacer, pincel de nunca usar.

Hoy sentí mi alegría vacilar

pendiendo de un hilo y queriendo escalar

intentando fingir que nada pasa

queriendo mentir verdades deseadas

creyendo ser ciego aún viendo la realidad.

Hoy conjugaste el verbo en pasado

aquello me despertó atormentado

queriendo que estuviera en presente

cuando ni siquiera puede ser futuro

y parece haber sido condicional.

Hoy debí reconocer que aunque te herí

y no temí odiarte

en realidad sólo deseaba soñarte

que siendo sordo es verdad lo que dicen

por hoy quiero volver a sentirte.