jueves, 25 de octubre de 2007

El payaso




El publico aplaudía sin cesar y reía a carcajadas, él seguía realizando su show de cada día sin salirse de la rutina y con la sonrisa dibujada con rush sobre su rostro con años de experiencia y de cansancio de escribir sonrisas en otras almas. Corrió por la pista al son de la fanfarria dictada por la orquesta, el contramaestre miraba tras bambalinas, tomó un globo de esos largos y armó un perro para dárselo a la niña que sonreía desde la primera banca, chiquitita e inocente como se veía penetro con sus ojos el alma del payaso cansado y le hizo recordar el porque de su trabajo. Enérgico se dio una vuelta de carnero, le pego unas cachetadas a Poplín el payaso zapallo y anduvo en la mini bicicleta. Fue donde la joven de la banca que tenía sonrisa de niña y le dio un corazón de globito rosado, ella sonrió y se lo mostró a su novio que se encontraba al lado. El payaso dio un último salto he hizo un revolver con globitos, y se suicido con harina al reventar los globos, todo el publico ovaciono la gran rutina que olvidaron un rato después con las acrobacias de los trapesistas y el hombre elástico. El payaso se fue a su camarín, se retiro el maquillaje, miró sus arrugas y sus ojos tristes, prendió un cigarro y lo fumo como si fuese el último, bueno de hecho era el último que le quedaba en la cajetilla, se observo un rato detenidamente e intento hacerse reír con su propia rutina, pero el ya era inmune a su propio veneno, entonces pesco un globo hizo un perrito como fiel compañero en su soledad y armó un revolver con otro para guardarlo en el bolsillo por si le daban ganas aquella noche de terminar con el espectáculo de una vez por todas.

5 comentarios:

Nicolás Zamorano dijo...

Hola
Bonita historia, las dos caras de una misma persona.
Me ha pasado muy seguido que hacia afuera muestro una cara pero por dentro mis emociones son otras.
Un saludo amigo

anmacherom dijo...

hola mi niño...

bueno el payaso, siempre debe buscar una razón para no acabar con la función...

yo presente en cuerpo y alma, aunque a veces media distraida por las cosas de la vida, pero ahí...

anmacherom

Paula dijo...

Y pensar que cada uno de nosotros es en cierto modo un payaso. Quiero decir, tenemos una cara dibujada. Aunque pienso que esa cara no necesariamente significa hipocrecía. A veces es involuntaria. Uno nunca es para el mundo lo que es para sí mismo. Porque el mundo estaría lleno de pecados desconocidos hasta ahora y de gente sorprendida por las verdades.
Un abrazo.

AMARANTE dijo...

esta la zorra :D la esposa del zorro? :B me gusto lindo , qe tendrá esa mente qe te cae tanta historia xd

Sr. Vera dijo...

Esta buena la historia del payaso, es como de circo pobre la wea. Esos locos siempre me han dado pena. Además a mi siempre me han cosiderado payaso y entiendo en parte lo que es que no se den cuenta cuando uno habla en serio.