Y ahora?

Desde mi ventana miro y observo, esperando encontrar respuestas, queriendo tener el rumbo correcto. A veces creo que me encuentro en una bifurcación, pero de un instante a otro veo como eso es una ilusión para mantener mi mente ocupada, para no ver que en la realidad no hay camino a seguir, que estoy solo sin saber donde poder cobijarme por las noches.

A veces intento explicártelo a gritos, pero con esa fuerza no se consigue mucho. La razón es difícil cuando jamás te has encontrado en una situación similar. Aunque te haya dolido siempre tuviste ese algo donde fijar la vista y la esperanza, donde tenías oportunidad de llegar, ¿cómo habrás de saber lo que no es tener un punto fijo?, alguna vez has sentido que das vueltas en círculos estrellándote contra los mismos muros. Al parecer siempre crees saber mi parte, siempre sobre mi, tu técnica es universalmente aplicable a un grupo de individuos, pero ya me he dado cuenta que soy la excepción a la regla, ese espacial que no quiere ser astronauta.

Es un embrollo de caminos, parece ovillo. Siempre hacia algo, ese algo que a mi no llega y tiene color de precipicio. Son rieles de montaña rusa, suben bajan, marean, emocionan, pero llevan al principio y no resuelven nada. Tu camino no es el mio, tu ya tienes un rumbo y lo has avanzado, siguelo, yo me quedo acá sabiendo que estoy aparte de todos, que tu boca no era mía y las otras no la serán tampoco.

Mejor duermo, hace rato que este texto, escrito con pasos y experiencia, carece de un sentido lógico. Si quieres vuelves a buscarme, no me perderé, hace tiempo que no me muevo. hace tiempo que no te veo.