viernes, 16 de noviembre de 2007

Insomnio


Escalofríos que recorren enormes distancias de mi cuerpo. A veces sueño, mucho sueño pero sin sueños, y otras sueño sin sueño. No doy más, prendo la luz o el sol al abrir las cortinas de mis párpados y de mi pieza, giro un par de veces más y logro convencerme a mi mismo, "mismo no dormirás nuevamente". Al parecer, y si no me equivoco deben ser unos ocho días, o tal vez menos, como saberlo si no he soñado dormido, pero puedo medirlo por las clases de francés y creo que he ido a dos desde la ultima vez que lo logre. Tengo hambre, pero no quiero comer nada, quiero fumar pero hace frío afuera, quiero llamarte, pero es tarde o muy temprano aún o simplemente no es el momento y realmente nunca lo será, es difícil medirlo si no has dormido. Tomo el celular y registro los números de la agenda, tratando de ignorar a quienes sí me responderán, busco excusas y ya esta no llamo a nadie. Ando idiota, como cada mes si es que ha pasado un mes realmente, ya no me soporto y me peleo conmigo, con mi otro yo que en el fondo soy yo mismo gritando un par de verdades que nunca quise escucharme. Busco mi pendrive, lo enciendo y escucho música, que en este momento es mejor que escucharme, cambio las canciones a cada rato desde Francisca Valenzuela a dos minutos, llegando a Mecano y cortándome las venas con Sin Bandera para poder llegar a Mozart y su Réquiem, simplemente una experiencia espectacular, esto me hace preguntarme si yo estaré muerto y por eso siento agrado hacia una sinfonía compuesta para tales efectos. Me relajo, no me siento y me traslado, que mejor droga que la música clásica, mil patadas al reggaeton esto si tiene sentimientos, las notas dicen más que todas las palabras sucias que pueden ocupar, ahora ya no peleo con mi otro yo, nos aliamos y nos vamos de frente contra el molino que es el mundo, la sociedad, tu que me lees y tu que te dedico esto. Veo hermosos paisajes sin dejar de escuchar a Mozart, verdes prados que cubren la tierra donde el pastor nos guiara a los descansos de una nueva vida, pero de pronto pasiones, estallidos, guerra, ideologías y tu en un rincón del propio paraíso yo besándote los pies, rechazando a mi madre y queriendo volver. Sueño corto, pesadilla de un pestañeo al ritmo de Mozart, y la canción que ha terminado y yo sin poder dormir aún.




Estoy Mareado, tengo hambre y engullo unos panes, me precipito al baño y vomito con mucha fuerza, creo tener fiebre y me vuelvo a acostar. Hoy no saldré, no me lavaré los dientes y no daré besos, en todo caso a quien ¿al maldito cupido?, hace tiempo que peleamos. Tiempo vuela, tiempo aspiro , respiro, jalo, inyecto y sigo sin poder dormir. De pronto lo recuerdo todo y ahí aparece, el mismísimo imnombrable en el rincón de mi pieza, me indica los somníferos, miles de ellos que me harían dormir, pero yo no tranzo con una mujer así y despacho a la siquiatra por la ventana. Aprovecho y miro el mundo, hoy nublado, mañana niebla y pasado terremoto, ¿o eso fue ayer?. Finalmente tomo el cojín y lo golpeo al ritmo de Bach y su Tocata y Fuga, la canción de Drácula para quienes no saben. Tomo cuaderno y lápiz, maldigo el computador apagado que esta en la pieza de al lado, luego maldigo en inglés y francés, lo intento en latín por ser idioma sagrado. Entonces he recordado lo que me tenía así, y simplemente escribo, y escribo, y escribo, y escribo, y escribo,y escribo en trance ante tus recuerdos recorriéndome como escalofríos la columna, dejandome parapléjico, si para ti y no para ti, para él, para nosotros y para la pistola que nunca compre y no quise matarte. He recordado todo y lo vomito en unas cuantas horas en aquel cuaderno oculto que menciono aquí, pero que nadie ha leído. Me mato, los mato, la mato, te mato y lo mato a él. Sacié mis ansias pude volver a escribir, salir de la Historia, de la Religión, la Suciedad y de Chilito lindo. Al fin podré volver a dormir, pude escribir y fue por mi, ni por ti, y por ti tampoco que sonríes, si es verdad te pienso a veces, a ti a la que creíste que no te pensaba y en realidad nadie lo sabrá pero en parte esta aquí. Escribí y lo hice por mí,para no morir de infectado con otra idea que me podría matar al poco rato, es como respirar, sólo se que es necesario y me gusta. Mejor duermo antes de volver a ponerme idiota por otro cuento que no nace, espero soñar que el cielo no cae y Mozart no ha muerto.

2 comentarios:

Nicolás Zamorano dijo...

holas
me gustó, es bueno
creo q lo de la música clásica y el reggaeton se me hace conocido jajaja
un abrazo y sigue adelante
chaus

Paula dijo...

Oye, acabo de descubrir que el contenido de tu pendrive es bastante similar al del mío (slvo por Sin Bandera). Nada como el Réquiem, nada como esa bendita canción de Bach, tan opaca y tan luminosa a la vez.

Sabes? lo mejor de no poder dormir es que tienes tiempo muerto para imaginar.
Lo mejor de no poder soñar es que tu subconciente se queda tranquilo, dormido, sin molestar.

Un abrazo muchacho.